domingo, 8 de febrero de 2009

The Rope (1948) - Hitchcock



Interesante es pensar esta escena final de la película en torno al juego de interior/exterior planteado por Hitchcock para el film.


Es preciso dar cuenta de un mundo interior de alguna manera dominado por Brandon, que funciona dentro del hall central del departamento ubicado en uno de los pisos superiores de un edificio de Chicago. El mismo se presenta como un escenario de títeres sobre los cuales recae el poder de manejo de los vínculos en manos de Brandon, quien tiene todo bajo control, como un ente superior que domina todas las situaciones. Mientras que el afuera solo aparece marcado por el cortinado y el gran ventanal, el cual enfatiza el contraste entre las leyes que regulan la sociedad entera y el mundo psicopático que plantea Brandon. Cabe destacar que las cortinas no solamente funcionan como objeto escenográfico, sino que encuentran su reflejo en el personaje de Philip, quien siempre se encuentra al borde de confesar el hecho, ya que, sobre él aún recae algo de la ley moral. Se siente como en la cuerda floja, tal cual como sucede cuando el viento fluye entre las cortinas cuando se abre una ventana y se percibe la exterioridad de la naturaleza que recae con todas sus leyes sobre el hombre.
Por su parte, Rupert Candell logra romper con esta dicotomía de interior-exterior, cuando infringe la ley exterior al efectuar los disparos en la escena final y deja que el mundo externo, con todo su bagaje sociocultural ingrese en el escenario del crimen con todo el peso de su ley aplastando así la de Brandon.

Una interesante mirada acerca de los efectos del poder y la moral que gobiernan a los seres alienados de nuestro tiempo.


viernes, 6 de febrero de 2009

Hay cosas que no se pueden evitar, como el devenir de la memoria. O esas imágenes pendulantes que no dejan sobrecaer los párpados sobre los ojos secos.

Una hipnosis, un vaivén de luces y movimientos quietos, perfectos, deslizantes.

Los ojos secos, sin brillo de una mirada perdida, en ellos, los siguen.
Ruedan, rolan, caen.

miércoles, 4 de febrero de 2009