Dícese de aquellos laberintos en los cuales uno no solamente se pierde sino que a la vez éstos se pierden a sí mismos, por lo tanto uno se encuentra doblemente perdido. Lo cual, es doblemente mágico.
Aún me queda el dulce sabor de un último trago de esperanza que convive con ese fresco temor que en cualquier instante te besa en la nuca...
Estamos perdidos en el laberinto de la esperanza de que haya un lugar a dónde ir...
Estamos perdidos en el laberinto de la esperanza de que haya un lugar a dónde ir...
p.d.: Un laberinto es algo así como algo inacabadamente espiralado...