sábado, 20 de abril de 2013

sábado, 6 de abril de 2013


Arte Poética
Mirar el río hecho de tiempo y agua
Y recordar que el tiempo es otro río,
Saber que nos perdemos como el río
Y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
Que sueña no soñar y que la muerte
Que teme nuestra carne es esa muerte
De cada noche, que se llama sueño.
Ver en el día o en el año un símbolo
De los días del hombre y de sus años,
Convertir el ultraje de los años
En una música, un rumor y un símbolo,
Ver en la muerte el sueño, en el ocaso
Un triste oro, tal es la poesía
Que es inmortal y pobre. La poesía
Vuelve como la aurora y el ocaso.
A veces en las tardes una cara
Nos mira desde el fondo de un espejo;
El arte debe ser como ese espejo
Que nos revela nuestra propia cara.
Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
Lloró de amor al divisar su Itaca
Verde y humilde. El arte es esa Itaca
De verde eternidad, no de prodigios.
También es como el río interminable
Que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
Y es otro, como el río interminable.
Jorge Luis Borges (1960)

domingo, 10 de marzo de 2013

Friedensreich Hundertwasser

A esta altura, creo entender, que todo arte es complementario en términos de que existe una metamorfosis de estilos. Cada uno es, a su vez, una transformación de otro(s). Como una semilla que guarda la potencialidad de lo sucesivo y la historicidad de lo precedido, con exageración o simplemente aplicando una leve entonación, una manera de ver y de pensar. 
De esta forma, las obras de arte son algo consistente con todo lo que nos rodea, nos desnudan en su persistencia y también nos transforman. No seríamos nada sin ellas, y ellas no lo serían sin nosotros. 
Hundertwasser nos transmite que hay algo mejor allá afuera, en el espacio donde gobierna la naturaleza. Ese algo nos interpela todo el tiempo, busca la acción, el motor del movimiento, hacer carne la palabra. 

The Tormentos





David Bowie - The Stars (are out tonight)


Es un poco imposible meterse en el limbo de Bowie sin quedar enredado en sus laberintos mágicos. 
Bowie + vampiros/modelos/Hollywood/lujuria y demases es una patada a la conciencia.
Más aún, justo ahora que Jarmusch se viene con todo con su historia de amor sobre vampiros finos de aquellas huestes con glitter, invita a pensar que comparten el mismo limbo, aunque sea por un instante.



sábado, 9 de marzo de 2013

Jarvis Cocker & Pulp



Jarvis Cocker & Pulp también deben andar por este limbo. 


"The words to a song are not that important. They're contractual obligation, a necessary evil, an afterthought."


[...] "This is because the words only exist to be part of something else, a song, and when you see them on a printed page you are seeing them taken out of their natural habitat – away from that "something else". [...]"


"In order to ring true a song must be rooted in your own personal experience (but not take the place of it)."

lunes, 18 de febrero de 2013

Ryan Woodward



Hemos dicho que lo visible es siempre superficie de una profundidad inagotable: por eso puedo estar abierto a visiones distintas de la nuestra. Al realizarse éstas acusan los límites de nuestra visión de hecho, ponen de manifiesto la ilusión solipsista, que consiste en creer que todo límite sólo puede ser superado por sí mismo. Por primera vez, el vidente que soy yo se me hace realmente visible; por primera vez aparezco a mis propios ojos penetrado hasta el fondo. Por primera vez también, mis movimientos no van hacia las cosas para verlas o tocarlas, o hacia mi cuerpo, que las ve y las toca, sino que se dirigen al cuerpo en general y van por él (ya sea el mío o el de otro), porque, por primera vez, veo, por el otro cuerpo, que en su acoplamiento con el mundo el cuerpo aporta más de lo que recibe, añadiendo al mundo que veo el tesoro necesario de lo que ve él. Por primera vez deja el cuerpo de acoplarse al mundo, se abraza a otro cuerpo, aplicándose meticulosamente a él con toda su extensión, dibujando incansablemente con sus manos la extraña figura que a su vez da cuanto recibe, perdido fuera del mundo y de la finalidad, fascinado por el quehacer único de sostenerse en el Ser con otra vida y construirse el "fuera" de su "dentro" y el "dentro" de su "fuera". Y a partir de entonces, movimiento, tacto y visión, aplicándose al otro y a sí mismos, ascienden hacia su origen y, con la acción paciente y silenciosa del deseo, se inicia la paradoja de la expresión.


Lo visible y lo invisible, Maurice Merleau-Ponty, Seix Barral, 1970.